50 años de tetrabrik

Estos días se ha recordado en diversos medios de comunicación que se cumplen 50 años desde el lanzamiento de un tipo de envasado que resultó ser una revolución en la conservación de alimentos: el TETRABRIK. De origen suizo, en un principio se comenzó a utilizar en la leche y, poco después, en el zumo.

La ventaja principal de este tipo de envase es que, llegando "plegado" al lugar de envasado, permite que el producto entre al mismo en ausencia de aire, lo que facilita y prolonga su conservación sin frío.
Hoy en día estamos muy acostumbrados a los terabrik con forma de paralelepípedo (ladrillo), pero la forma original era de tetraedro

 

El tetraedro regular es uno de los sólidos platónicos, formado por cuatro triángulos equiláteros. También podríamos decir que es una pirámide de base triangular.
Todavía se pueden encontrar pequeños envases de leche o azucar con esta forma.
Realmente, el tetraedro requiere más superficie (más "cartón") para albergar el mismo volumen que el paralelepípedo, por lo que resulta más caro de producir. Además, el almacenado de tetraedros es menos eficaz. ¡Y qué decir de su colocación en la puerta de la nevera!
Entonces… ¿Por qué la forma origial del envase era un tetraedro? La clave está en la facilidad de "montaje" del envase final. Bastaba con distribuir un rectángulo plano de material (fácilmente enrollado en bobinas) que en el lugar de envasado se cerraba por sus extremos de forma perpendicular. Para entenderlo mejor puedes ver este breve video en el que se explica:

Finalmente se impuso la economía y la comodidad en los hogares, y actualmente, el formato más extendido es el de prisma recto de base rectangular, aunque de aquel primer formato, se conserva el nombre: TETRABRIK

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.